Cuando aparece esta pantalla, que avisa de la detección de un exceso de errores usualmente debidos a fatiga, es importante desconectar completamente el equipo hasta la total despolarización de los circuitos.
Pensamiento
Hace 2 años
Blog polimorfo, donde todo está permitido.
Si tienes la suerte de poseer ganado porcino, sea ibérico o común,
espero que no tengas el infortunio de que tus instalaciones reciban la visita de un cochino jabalí.
y monta a algunas hembras,
Todas las enfermedades son malas. Algunas además son mortales.
Morir puede ser incómodo, y a veces es hasta desagradable, pero la mayoría de la gente muere bien; la propia enfermedad mortal vela los sentidos cuando se va acercando la hora; sin embargo, a veces duele; duele con dolor físico, o con angustia…
¿Quién quisiera, por ejemplo, morir asfixiándose?
Hay una enfermedad que puede ser paradigmática del “mal morir”. Es la ELA o esclerosis lateral amiotrófica, enfermedad degenerativa neurológica en la que las neuronas motoras comienzan a desaparecer y los músculos a atrofiarse, mientras que el cerebro que siente, piensa y razona permanece intacto.
En el plazo de meses, o pocos años, lleva a un desvalimiento absoluto –al final solo se mantiene el movimiento de los ojos-; vivir se hace insostenible cuando fracasan los músculos respiratorios.
Cuando esto llega, el paciente debería haber decidido si desea ser conectado a una máquina que respire por él, lo que le puede prolongar la vida unos meses, o incluso unos años, en malas condiciones, o si prefiere decir adiós y dormir para siempre. He visto tomar la decisión en ambos sentidos.
No he leído el proyecto de ley, pero incluye, por un lado el librar al moribundo de un eventual "encarnizamiento terapéutico" por parte de sus médicos, y por otro regular la actividad de las llamadas "unidades de cuidados paliativos".
Se trataría de regular lo que ya se hace, sin abordar la eutanasia o el suicidio asistido, cuya ordenación jurídica no es competencia de los gobiernos autónomos en nuestro país.
He conocido a muchos médicos, de muchas ideologías, pero no recuerdo ni un solo caso de “encarnizamiento” para mantener vivo a un paciente –si se excluye al "equipo médico habitual" del caudillo invicto-, y mucho menos por cuestiones ideológicas, o contra la voluntad del paciente o de sus familiares.
Tampoco he conocido a ningún compañero que se arrogue el derecho de decidir que a alguien se le han acabado sus días, lo que la derechona llama "dar matarile", con ese lenguaje despreciativo, descalificador, zafio y soez que usa cuando aborda temas éticamente controvertidos, o simplemente delicados.Fotos tomadas en los campos de Níjar, Almería, en los albores del verano de 2009.