jueves, 2 de octubre de 2008

Sitios con peligro, enchufes de alto riesgo


No sé si todo el mundo sabe que los hospitales son lugares altamente peligrosos. Al riesgo de la enfermedad que allí lleva se añaden los peligros de las manipulaciones diagnósticas y de los tratamientos, tanto médicos como quirúrgicos. Probablemente un número notable de las muertes u otras catástrofes que ocurren en un hospital se debe no a la enfermedad que dio lugar al ingreso, sino a lo que se llama “iatrogenia”, o sea a efectos secundarios no deseados de la atención médica. Se ha calculado que unos 250.000 norteamericanos mueren cada año “por culpa” de los médicos, -extrapolando el dato, es España serían 50.000-, lo que supondría la 3ª causa de mortalidad, por detrás solamente del cáncer y de las enfermedades vasculares.

Hay gente que intenta disminuir esos peligros mediante la búsqueda de un enchufe, pensando que así el equipo asistencial estará más atento y hará las cosas con más cuidado. Nada más erróneo. El síndrome del enchufado o del recomendado, -parecido al síndrome del VIP del que Ariel Sharon fue un buen ejemplo-, es uno de los más peligrosos: la excesiva atención a un caso aumenta el número de estudios innecesarios y de tratamientos innecesarios, y por tanto el riesgo de complicaciones.

http://scielo.isciii.es/pdf/ami/v19n8/punto.pdf

Si alguna vez, que dios no lo quiera, han de ingresarnos en un hospital, o se ha de ingresar un ser querido, dejemos que las cosas rueden por sí solas, y no recurramos al enchufe, tanto si es directo, porque conocemos personalmente al médico responsable del caso, como si es indirecto, porque es vecino o vecina de una cuñada de la cajera de nuestro supermercao.



Lo mejor, no (tener que) ir al médico, y si no hay más remedio, que nadie se entere, que nadie nos “recomiende”.

26 comentarios:

Susana dijo...

Si me lo permites voy a contar mi experiencia. Antes de tener a mi niña tuve un aborto. En el hospital me trataron fatal. Me refiero exclusivamente a enfermeras y auxiliares. Malos modos, voces, errores, indiferencia e incluso miradas de desprecio. Tras sufrir aquello me prometí que si me volvía a quedar embarazada acudría a la privada ( y soy del pensar que en la sanidad pública están los mejores equipos y los mejores profesionales ) pero lo vivido me impulsaba a ello. Por suerte, mientras hacía el CAP conocí a una ginecóloga, nos hicimos amigas y al mismo tiempo me quedé embarazada ( no de ella, claro ) Ella fue la que me llevó durante todo el embarazado, haciendome más pruebas de las habituales y llevando un control más exhaustivo que el protocolario. Cuando fui a dar a luz, todo fue perfecto. Ni dolores, ni esfuerzos, ni me dejaron en ningún momento sola en la sala de dilatación. Todos, enfermeras, auxiliares, matronas y ginecólogos pendientes de mi evolución y con una sonrisa en la cara y siempre una palabras amable en la boca pues yo era como ellos mismos decían " la recomendada ". Todo esto me produjo sensaciones contradictorias, por una lado me sentí bien pq había tenido un parto " de lujo " pero por otro lado me sentía mal al pensar que no era justo, que lo mismo que habían hecho por mi lo podían hacer por todas ( en la habitación de al lado había una chica que llevaba más de 10 horas empujando y estaba desesperada. Nadie le daba nada para acelerarle el proceso, a mi sí me lo dieron, tan sólo entraba de vez en cuando una auxiliar y le decía " Empuja, empuja , que si tu no pones de tu parte..."). Cuando le dije a mi amiga lo que pensaba ella me contesto que las cosas estaban así y que yo debía aprovecharme de lo que tenía aunque sólo fuera por lo mal que me lo había hecho pasar la vez anterior.
Agradezco lo bien que se portaron conmigo pero sigo sin quitarme esta sensación desagradable por lo injusto de la situación.
Buenos días a todos.
Ah Panta, gracias por amenizar mis desayunos.

Pantagruel dijo...

Gracias por tu anécdota, Susana. Quizás el embarazo constituye una situación especial con respecto a lo que digo en mi post, ya que no es una enfermedad como tal, sino una situación llamémosle "normal", -en realidad, en mi opinión, otra putada más que la evolución o el supremo arquitecto os ha gastado a las hembras mamíferas, y especialmente a las humanas-. Sin embargo, es cierto que también ahí se dan situaciones de hipervigilancia que se acentúan con las VIPs y las enchufadas. Los ginécologos saben que cuando las cosas salen mal van a por ellos, y se cuidan; no me consta que ninguna miembra de la familia real haya parido por sus reales partes fisiológicas, siempre cesárea, por si acaso, que quizás ahí le cogió Letizia el gusto a las operaciones.

Por otra parte, no me creo que dediques tus desayunos a leerme, con lo charlatana -en el buen sentido- y sociable que pareces, hasta el extremo de que estuviste a punto de quedarte embarazada de tu propia ginecóloga.

Susana dijo...

¿ Sabes ? Todo el mundo dice que tengo una letra muy bonita y eso tiene una explicación muy, pero que muy lógica. Tenía una profesora en 4º de EGB que siempre nos castigaba a hacer caligrafía a las charlatanas de la clase. Si supieras la de cuadernos y cuadernos que hice de caligrafia en ese año. Por tanto, no me ofendo cuando dicen que hablo mucho, es algo que sé y además mira que bien me vino en su día. : )
Si algún día nos vemos en persona, verás que letra más " caligráfica " tengo.

Pantagruel dijo...

Pues no estoy yo mu seguro de que escribir mucho mejore la letra; la mía ha llegado a ser completamente initeligible incluso para mí; ya nunca escribo a mano. Espero que no tengan razón quienes afirman que la letra es la arquitectura del espíritu, y bueno, si al fin y al cabo no creemos en el espíritu, qué más da.

Malo Malísimo dijo...

Dos veces, dos he estado como paciente en un hospital, vamos en urgencias. Una con el dedo gordo del pie izquierdo roto (tenía que ser el izquierdo). En veinte minutos estaba fuera del hospital con mi cojera y mi baja en la mano.
La otra vez que fui, bastante antes, hice lo que dice Panta no se debe hacer. Fui por una inflamación en salve se las partes, que me traía doblado y por la calle de las amarguras. Amén del dolor, hube de soportar que medio servicio de urgencia observase mis partes pudendas, y que cuando más espectador@s tenía, el urólogo que me veía, sopesándolos con delicadeza, y con cara malévola me decía “Esto sí es un dolor de huevos” . Os puedo asegurar que no me podía reír del dolor y hasta se me saltaron las lágrimas del mismo. Solución dada un suspensorio y antiinflamatorios. No vuelvo. Vas jodido y sirves de mofa y escarnio.

Pantagruel dijo...

Vaya, vaya, aquí to el mundo va al médico por problemas en los bajos... Cuídense.

Belén dijo...

Pues sabes?

Tienes razón, el síndrome del recomendado es lo peor, si algo malo ha de suceder, será al recomendado eso seguro, por eso yo (trabajando cuando procede en la ss) si tengo que usar los servicios, me cambio y voy vestida de paisana, para que no sepan que soy de la casa :)

Besicos

Borrasca dijo...

Cada quien cuenta la historia según le haya ido en el paseo, por fortuna poca experiencia he tenido en estos menesteres, siempre me ha ido bien vaya recomendada o no.

Besos

Satine dijo...

EStá claro que si conoces al equipo médico, te tratan mucho mejor, no he ido nunca de recomendada, pero una vez me atendió en urgencias mi vecino, y qué gozada, que amabilisisisisisisismas estuvieron enfermeras, auxiliares, etc...es más, cuando voy a ver a mi médico en el centro de salud, y como soy como soy, me he hecho amiga de tó el mundo, pues me tratan como una reina, y por no decir que voy con toda la confianza del mundo, me hacen entrar y salir, sin necesidad de pedir cita, aunque intento que eso no ocurra, y suelo pedir cita, pero ya se sabe, la confianza, en estos casos no da asco...suelo agradecerlo también cuando voy a pediatra, que al conocer a las administrativas, siempre son más amables y encuentran un huequino...Referente al caso que tú cuentas, pues no sé no sé...es posible que ocurra, pero en mi caso no me ha ocurrido así...

Pantagruel dijo...

O sea, que me parece que estais to el mundo de acuerdo en que lo del sindrome del recomendado es ficción. Belén es la excepción, puede que porque conoce mejor el percal. Le habeis echao un vistazo al artículo que enlacé?

Por cierto, que tambien hay un síndrome con la mujer hermosa, a la que el médico -si es masculino- le da corte explorar con la naturalidad con que lo haría con otros pacientes, y por ejemplo se abstiene de explorarle las mamas. Todo eso está escrito por ahí, que no me lo invento yo.

Pero ya veo que estais la mar de felices con vuestros respectivos sistemas sanitarios. Más vale así, que en estas cosas la confianza ya es un puntazo.

Malo Malísimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Malo Malísimo dijo...

Que no mi pantagruelico amigo. No me has entendido. Cuando fui con el dedo roto en el Centro de Salud me dieron un volante fui a Urgencias y en poco menos de una hora radiografía, informe y baja bajo el brazo. Rápido y bien.
La vez anterior, cuando los bajos, si fui con recomendación y a parte de esperar una jartá, y de tocarme los c.. me tocaron las narices y la mijina del poco pudor que me queda. No le recomiendo a nadie las recomendaciones. Algún día te contaré otra aventura sanitaria de estas ¡y no vale reirse!

Snatcher dijo...

yo por eso soy indestructible

Pantagruel dijo...

Usted perdone, Don Malo.

¿Por qué, Snatcher? Bienvenido.

Esther dijo...

Hola vengo a agradecerte la visita a mi blog y de paso a leerte..

Yo por suerte tampoco he tenido que pasar por muchos médicos y nuna he ido de recomendada así que ese síndrome no sé si se dará o no en algunas personas. (cruzo los dedos para no tener que ir al médico)

Un saludo :)

pati dijo...

A mí, todo lo que tenga que ver con enchufes, me da pavor.

Una terapia sí que me vendría bien.

;)

Saludos :)

Paco Centeno dijo...

Enchufes,
Por mi trabajo he dado clases de doctorado a algunos médicos, sobre todo anestesistas y neurólogos, y a enfermeras les doy en su primer curso. Es raro que si voy al hospital no me encuentre con algunos y algunas, y el trato ha sido magnífico siempre.
Ahora con mi padre también lo está siendo y me ocurrió lo mismo con una enfermera, que le dí clases en el año 1998.
Espero no encontrarme con todos los suspensos cuando pase yo por el hospital.
PD. Panta, ¿el síndrome de la mujer hermosa significa que los médicos no siempre nos miran como pacientes?. ¿Qué sabes de eso?.
Saludos

Malo Malísimo dijo...

No le contestes ¡que nos liamos!
Además las féminas nos dirían de todo ¡piensalo! Eso si es una pregunta capciosa y malintencionada, cargada por el diablo diría Yo.

Hitos dijo...

Cada vez que he parido me acompañaba una prima que trabaja en el hospital (lo que se llama "una de la casa") y en las dos ocasiones me he quedado sin saber el resultado del parto (nunca quiero saber el sexo por lo que mis embarazos eran "lo que venga") porque mi prima se los llevaba sin ni tan siquiera ponermelos en la tripa como le hacen a todas las parturientas.

Luego aparecía para pedirme el nombre y de esa manera me enteraba de que eran niños.

En las otras ocasiones que he pasado por reparación no había recomendaciones, pero en una de ellas pasó una médico amiga a ver como estaba y encontró la habitación petá de gente (y luego decimos de los gitanos) y se lió a echarlos (hasta a mi madre).

Hitos dijo...

Fijate en la fecha y hora del comentario FELICIDADES aunque no festejes

Pantagruel dijo...

Paco, hasta donde conozco, los médicos, los buenos médicos, miran a los pacientes como lo que son, a los niños como niños, como ancianos a los ancianos, a los hombre y mujeres hermosos como tales. De ello no debe desprenderse ningun perjuicio para el paciente. El síndrome de la mujer hermosa, como el del recomendado o el VIP, es un fallo.

Malo. ¿qué había de capcioso en la pregunta?

Paco Centeno dijo...

Felicidades Panta,
Que sean muchos más y tómatelo con calma, por lo de la edad.

Malo es que siempre caza muy largo, larguísimo.

Susana dijo...

Pero cómo habéis sabido que hoy era su cumple ??????
Joder Hitos, eres la Sherlock Holmes extremeña :)))
Bueno, me uno a la felicitación.
Felicidades Panta.
Debes de estar muy ocupado con tu cumple y eso pq hace dos días que me aburro en los desayunos :¡
Un saludo y hoy además un beso.

Pantagruel dijo...

Gracias a los que me felicitan aunque yo no lo celebre, y gracias especiales, Susana, por ese beso. Lamento de verdad no poderte entretener en cada desayuno, pero esto de llevar un blog quema mucho, que no es solo el blog, sino las ramificaciones, las redes de clientelismo,... te leo y te comento, pásate luego por allí, ufff, demasiao pal cuerpo; estas cosas las observé en el seguimiento que le hice a Zinquirilla en su blog, pero no sabía hasta qué punto llevaban tiempo y energías hasta que no las he experimentado en propias carnes. Es entretenido y sería una buena forma de vida para los egocéntricos-exhibicionistas si fuese remunerado. Lamentablemente, la remuneración viene de otra parte a la que no se puede desatender. A ver.

Ricardo dijo...

Mi mas cordial felicitación. Aunque joda espero no ofender. Sigue cumpliendo y escribiendo, sobre todo para adultos. Un chaval.

Pantagruel dijo...

No jode, hombre, Ricardo. Gracias.